Delante del bazao del molino se sitúa la eira (era), espacio abierto enlosado en el que se hacía la mallega (trilla), operación mediante la que se desgranaba el centeno y el trigo, separando el grano de la paja.
El procedimiento más antiguo consistía en golpear las espigas con un mallo (mayal), instrumento agrícola formado por dos palos, uno de ellos más largo y delgado, unidos por cuerdas o correajes. El bastón más largo servía para asir la herramienta e impulsarla, golpeando rítmicamente el cereal con el más corto para separar el grano. Después se aventaba con vanos (cribas) para dejarlo limpio de “polvo y paja”. A comienzos del siglo XX se incorporaron a esta operación malladoras (trilladoras) y las aventadoras mecánicas.
La mallega se realizaba en agosto, tras la siega del cereal y era una actividad que concentraba gran número de personas, siendo motivo de reunión de familias y vecinos y de celebración festiva.