El viernes día 18, demostraciones en vivo de tornería y fragua con motivo del Día Internacional de los Museos.
Torno de media volta
Demostración de la fabricación de un recipiente de madera en torno de media vuelta. Este sencillo ingenio permitía a los torneiros desplazarse ofreciendo sus servicios o cumpliendo encargos
La vajilla de las casas campesinas era casi en su totalidad de madera torneada. La más utilizada era la de salgueiro, abedul y castaño. El propio artesano se ocupaba de su selección y se aseguraba de que se encontrara en su momento óptimo para trabajarla. Una vez concluidas y antes de estar listas para su uso, las piezas se dejaban secar con lentitud, evitando los contrastes de temperatura. Las formas que se fabricaban eran variadas y atendían las diferentes necesidades de la vida rural: preparación, conservación y transporte de alimentos, servicio de mesa, elaboración de manteca y tareas relacionadas con la matanza y la producción de vino, entre otras.
Este oficio, hoy prácticamente desaparecido, tiene en Arturo Iglesias Martínez, trabajador del Museo, uno de sus últimos exponentes.
Forxa
A través del proceso de fabricación de un clavo, los visitantes conocen los elementos que integran una fragua, taller en el que el ferreiro (herrero) desempeña su oficio, y su funcionamiento.
El instrumental del ferreiro es amplio y variado e incluye. Para la fabricación de algunos productos, como las llantas metálicas de las ruedas del carro del país era necesaria la concurrencia de un carpintero o bien de una persona con conocimiento de las técnicas de ambos oficios. A la fabricación de herramientas de usos y tipologías variadas, suman los ferreiros dos actividades fundamentales en el mundo rural: ferrar el ganado vacuno y las caballerías y afilar y reparar las herramientas agrícolas.